‘Tiempo de valientes’ (2005) – Damián Szifrón (Crítica)


Tiempo de valientes

Rating: ★★★☆☆

Damián Szifrón tiene un trabajo continuo y en crecimiento. Sus filmes nos muestran personajes en situaciones que lo llevan a reconocer lo más íntimo de ellos; personajes que en situaciones extremas logran ser honestos consigo mismos y sacan la parte más natural y salvaje de su interior. Todo esto se desarrolla en medio de un contexto de ironía y el humor negro que caracteriza todas sus producciones.

En el caso de su segunda película, Tiempo de Valientes Szifrón retoma ciertos elementos del contexto de sus personajes: la religión, el sicoanálisis, el jazz, lo extremo. En esta ocasión se va más por la comedia, con un tono de drama menos intenso que su primer filme En el fondo del mar y certeramente menos fuerte en emociones que su última producción Relatos Salvajes, donde explora el verdadero instinto animal que nos llega cuando explotamos.

En Tiempo de Valientes nos acercamos a las películas americanas que hablan de parejas de amigos que terminan salvando el día. Esta vez son Alfredo Díaz (Luis Luque) y Mariano Silverstein (Diego Peretti): el primero un detective y el segundo un sicoanalista que le va ayudar a pasar una desilusión amorosa y se va a convertir por azar en su compañero para resolver los casos sobre la corrupción en la fuerza pública.

Este director argentino logra combinar los géneros en una puesta en escena bastante sicológica, sin ningún problema. Tiene una facilidad de pasar del drama a la risa en segundos. Más tarde vemos la acción a través de actos de ritmos bien jugados, con unos roles específicos que hacen que las películas mantengan un enganche para la audiencia.

Los actos de improvisación para resolver crímenes de Mariano se acompañan de la maestría y conocimiento de caso de Díaz. Este último tiene problemas para analizar sus sentimientos y los actos que están pasando en su vida, y para eso está su nuevo compañero, para ayudarle a centrarse y mejorar su ánimo. Se van complementando en todo y generando unas situaciones bastante comprometedoras que terminan en un buen entretenimiento para el espectador.

En esta película también sentí un poco de esa personalidad política del autor. Los personajes principales tienen como antagonistas a un grupo de policías corruptos, que quieren acabar con el honesto policía a quien lo dejó su esposa. Entre eso se escuchan frases sobre el sistema y demás, que me parecen una antesala a sus opiniones políticamente cargadas frente a la sociedad.

Hay un color oscuro que rodea la mayor parte de la producción y una música incidental que dirige toda la historia de este filme. Y esta vez aumenta también la acción que rodea la vida de los personajes. Pistolas, seguimientos, delitos. Estos hombres en situaciones extremas para poder resolver los misterios que vienen con el crimen que vemos desde el principio.

Los valientes de esta producción son los inesperados, los que improvisan y no los reconocidos policías que deberían hacer el buen trabajo, como «debería ser». Un tema que anticipa el sentido de crítica que también viene con Relatos Salvajes, donde hay tantas injusticias sociales, según lo establecido por el sistema y las instituciones de poder.

Ficha técnica de Tiempo de valientes

Título original: Tiempo de valientes
Año: 2005
Duración: 110 min.
País: Argentina
Director: Damián Szifrón
Guión: Damián Szifrón
Elenco: Diego Peretti, Luis Luque, Oscar Ferreiro, Gabriela Izcovich, Martín Adjemián, Tony Lestingi
Producción: Shok Films Argentina

Trailer de Tiempo de valientes

3 comentarios en “‘Tiempo de valientes’ (2005) – Damián Szifrón (Crítica)

  1. Me divirtió, incluso la segunda vez (o tercera) que la vi. La escena de la comida (o cena) con la mujer, y el policía, (-¿qué hiciste hoy?, pregunta él -Ummm, nada… responde ella, mientras el policía observa comiendo sopa…), me parece muy cómica y efectiva.
    Un saludo.

    • Lo bueno de este director es como logra meter a los personajes en situaciones que los incomodan. Y juega mucho con el asunto sicologico de ellos. Encantador. UN saludo y gracias por pasar

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