Cannes 2014 – ‘Relatos Salvajes’

La seriedad fue la característica recurrente en las películas presentadas en la competencia del Festival de Cannes de este año, yendo desde temas como la guerra en Chechenia hasta la vida de la realeza de Monaco y el retrato de la vida en Rusia actualmente. Por eso, al ver Relatos Salvajes salí con una sonrisa de oreja a oreja y muchas ganas de repetirla, verla en boucle para disfrutar detalladamente de cada parte de la propuesta del director argentino Damián Szifrón.

El film es la recopilación de diferentes historias sobre personajes con vidas cotidianas y problemas recurrentes del día a día, pero que los afrontan de la peor manera posible. Con mucha ironía y humor, la película nos saca de nuestro asientos para introducirnos en las mentes perversas de los protagonistas de esta serie de 6 historias que lidian, entre otros, con pasados problemáticos, malas reacciones con desconocidos, guerra contra las injusticias del gobierno local y reacción inesperada frente de un engaño amoroso el día del propio matrimonio.

Esta cinta fue coproducida por Pedro Almodóvar y su hermano Agustín, y como todo lo tocado por el director querido de España, hay un tinte mordaz y de imprudencia, que la hace entretenida, toda una pieza para disfrutar. En la sala del teatro, los aplausos invadían los cambios de historias y las risas completaban los silencios de cada una.

Aunque la película está ubicada en Argentina, sus temas permiten la identificación porque hablan de la realidad actual, de la manera en que reaccionamos a los problemas y la peor forma en que los podríamos afrontar. Las situaciones invadidas de tonos descabellados son el retrato de las incoherencias, las sorpresas de los seres humanos y la rareza de nuestra naturaleza.

La naturalidad de la actuación del reparto hace que la cinta funcione tan bien y que todos los espectadores lleguen a sentir simpatía agridulce por estos personajes que hacen reír por sus actuaciones inhumanas. Un verdadero disfrute.

Un relato sicológico de la sociedad actual que merece igual admiración que sus iguales en competición, aunque sean de temas políticos y sociales, al darle un respiro fresco a la seriedad del festival y contar, a través de sus fuertes arcos, la vida y lo complicado del hombre, cuando explota su espíritu salvaje.